sábado, 25 de enero de 2014

EL FALLO DE LA HAYA



CREA FANTASMAS BELIGERANTES

Por José G. Martínez Fernández.

Con espíritu bélico los irrazonables de allá (Perú) y de acá (Chile) propugnan, desde sus escondites, porque realmente son cobardes, que habrá guerra, sea cual sea el fallo de La Haya  del 27 del presente mes.
Una guerra -aunque fuese corta- dejaría más muertos y desaparecidos chilenos que los que dejó la dictadura de Pinochet en 17 años.
En la Guerra del Pacífico murieron menos chilenos que en la Guerra Civil de 1891 y, sin embargo, la Guerra del Pacífico es más recordada que la Guerra Civil.

La Guerra del Pacífico hizo pasar a segundo lugar la Guerra Civil de 1891 y a sus mártires y eso que fue una década después de la guerra entre los países hermanos.
Desde esa visión debemos pensar que los mártires de la dictadura pinochetera serían menos conocidos o simplemente olvidados.
Obviamente los "héroes uniformados" desplazarían a nuestros héroes populares.
Desde su lógica los belicistas creen que los hombres han sido creados para sacrificarse por razones no lógicas.
Las guerras de conquista nunca han sido fértiles o justas. 

Sólo las guerras de liberación, dice una historiadora argentina, son razonables; porque los pueblos, entonces, se liberan de los opresores.

Lo bueno es que en Arica he visto un escaso apoyo a los beligerantes y -más aún-  en varias ciudades del sur de Chile esos beligerantes bajan en número.
Bueno es eso.
Lo mismo he vivido en mis visitas al Perú, a muchas ciudades del Perú. Poco espíritu bélico. Muy poco.
Son algunos cabezas calientes los que hablan de batallas, de ataques, de invasiones. Muy pocos.
¿Por qué ese espíritu belicista de unos pocos?
¿Cuál es la patria de un hombre? ¿En la que se pone los pies? ¿En la que se reside? ¿O en la que se nace? 
El afán bolivariano, la intención de Simón, fue una América Latina unida. Eso habría sido lo justo. 
Pero el mismo Bolívar desmembró parte de América. Recuérdese el Alto Perú. Por idea de Sucre convirtió esa tierra en una nueva nación: Bolívar, primero; después Bolivia.
Frente al águila imperial americana, y expresado muy bien por Rubén Darío, un continente unido era necesario.
Pretendiendo una unidad que JAMÁS ha sido, el nicaragüense, en su poema contra Roosevelt, sin embargo, aclama a los conquistadores españoles, grandes usurpadores de las tierras de nuestros indígenas, a quienes asesinaron en nombre del oro y de la Cruz.
Ya sabemos que es imposible rearmar geográficamente un continente; pero lo podemos hacer desde la ideología del entendimiento, desde el respeto e intercambio mutuo; lo que hoy ocurre.
 Los chilenos viajamos a gozar de muchas maravillas de Perú. De su costa impresionante. De su selva espectacular. De sus climas variados. De su gente amistosa, como la buena gente nuestra, la del campo, la gente de los otros tantos pueblos de Chile.

¿Acaso el más grande de nuestro poetas no cantó al gigante maravilloso creado por los quechuas: Macchu Picchu?
 ¿Y no fueron Gabriela y Violeta internacionalistas?
 Al igual que Huidobro y de Rokha.
 ¿Acaso nuestros líderes políticos grandes no fueron, también, internacionalistas? 
 He allí a O'Higgins, acogido en las cómodas tierras cercanas a Lima y en la misma Lima tras su abdicación.
 He allí también lo dicho en discursos de Allende.
 Y hoy dos ex-candidatos presidenciales -Marcel Claude y Roxana Miranda- poseen la misma óptica. Y creo que eran más de dos.
 Los belicistas de acá y de allá viven en una euforia del lenguaje matonesco, insípido y derechamente cobarde. Amenazan y amenazan.
 Debemos esperar tranquilos el fallo. 
 TENGO CASI LA SEGURIDAD QUE ÉSTE VA A SER FAVORABLE A PERÚ.
 Pero aquí, los nortinos, no tenemos que temer nada. Se está discutiendo un pedazo de mar y no la tierra en que habitamos...y ese pedazo de mar, para rematar, enriquece cada día más a los más ricos de Chile...Cinco, seis o siete familias.
 Esperemos en paz el fallo y aceptemos esto...Chile y Perú son pueblos hermanos. Nos necesitamos mutuamente.
José G. Martínez Fernández 

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