por José G. Martínez Fernández.
Dicen que el mejor amigo de juventud de Neruda era Alberto Rojas Jiménez, a quien dedicó un sentido y hermoso poema…
Dicen eso, pero no sé.
Neruda era un bohemio y amigo de muchos en una época en que Chile se debatía en una batalla social intensa: comienzos del siglo veinte.
Bien pudo haber sido el nombrado poeta, desaparecido tempranamente, el mejor amigo del también joven Neruda.
Existían tantas promesas en la poesía chilena de esa época: Romeo Murga, Domingo Gómez Rojas y el citado Rojas Jiménez, entre otros.
Todos se fueron tan temprano dejando un vacío en la poética chilena que pronto llenaron sus otros colegas y amigos: Prado, Neruda, De Rokha, Mistral, Huidobro, Anguita y tantos maestros que sí llegaron a “mayores”.
La poesía chilena, como toda la hispanoamericana y, seguramente, toda la universal, es muy compleja por la cantidad de grandes hacedores de esa expresión humana maravillosa.
¿Sabe usted siquiera un poema de Alberto Rojas Jiménez?
Si no es así conozca, al menos, uno de sus mejores trabajos:
NO ENCENDÁIS LAS LÁMPARAS
No encendáis las lámparas
ni me llaméis.
Dejadme aquí sin luces.
Mi alma está mejor en la penumbra.
Ved cómo la sombra maravillosa
envuelve mi frente.
Mirad mis manos,
mirad mi aspecto dulce
y que os oiga decir:
"Dejadlo está soñando,
dejadlo solo, allí sin lumbre".
Un texto muy logrado dentro de los cánones de la sencillez verbal del quehacer poético.
Rojas Jiménez había nacido en 1900 y falleció en 1934. ¿El mejor amigo de juventud de don Pablo Neruda? Sólo Neruda lo sabía.
José G. Martínez Fernández
(FUENTES:
PALABRA ESCRITA, Revista de Poesía, Número 52. Diciembre de 2008.)
cienpoemaschilenosclaves.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario