EL BICENTENARIO
Por José G. Martínez Fernández
Nos inventaron un Bicentenario todos aquellos que necesitaron destacarse -farandulescamente- a través de esa farsa. Chile no es realmente libre a partir de 1810, sino sólo lo hace cuando se firma el Acta de Proclamación de la Independencia: el 12 de febrero de 1818.
Cuando el 18 de septiembre de 1810 don Mateo de Toro y Zambrano y Ureta (así de largo era su nombre), asumió el papel de caudillo de un grupo heterogéneo de personalidades, muy cercanas a la gran aristocracia local, no hacía la Independencia de Chile, ni siquiera la anunciaba. Tanto es así que en La Aurora de Chile del 4 DE JUNIO DE 1812 se señalaba la urgencia de declarar la Independencia de Chile.
Lo que hacían los miembros de la Primera Junta de Gobierno de Chile no era otra cosa que cuidarle el trono a Fernando VII de España.
La "mater" patria había sido invadida por los franceses de Napoleón Bonaparte, quien había instaurado en el gobierno a su hermano José, quien masacró a los hispanos que se resistieron a la ocupación de su tierra, hecho que inspiró una célebre pintura de Francisco de Goya.
Los españoles, antiguos aliados de los franceses, habían cometido el error de participar con los mismos en la guerra contra Inglaterra, en que el Almirante Nelson aplastó a los aliados muriendo en acción en la famosa batalla de Trafalgar.
Eso debilitó al Imperio de la vieja Hispania y permitió, bajo el racionamiento de Francisco de Miranda y otros ilustres pensadores hispanoamericanos, influidos por los enciclopedistas franceses, plantearse la idea de libertad para los países sometidos por España.
Pero en el inicio emancipador de América habían en estos Virreinatos muchos adeptos a la Monarquía.
Chile no fue la excepción. Si bien es cierto que en 1810 partió el proceso libertario, éste no se concretó sino hasta ocho años después.
Ya explicamos la primera razón. Don Mateo, junto a los miembros de la Primera Junta de Gobierno, se habían planteado proteger el "reinado" de Fernando VII; MUY POCOS tenían otra visión; por ejemplo Juan Martínez de Rozas, quien fue el formador, en Chile, del espíritu separatista de Bernardo O`Higgins, como poco antes lo había hecho Miranda allá en Londres.
El gran Desastre de Rancagua finalizó con los aires semilibertarios que se respiraron en Chile entre 1810 y 1814, en la llamada Patria Vieja en la que las diferencias entre algunos patriotas amenazaba con guerras civiles.
Tras ello vinieron algunos años de sometimiento en los cuales Mariano Osorio, Marcó del Pont y otros torturaron, desterraron y asesinaron a quien osara hablar de un Chile libre.
Sólo la creación, en las Provincias Unidas (actual Argentina), del Ejército Libertador y su ingreso a Chile -a través de la Cordillera de Los Andes- y las batallas de Chacabuco y Maipo, como las más importantes entre otras, permitieron que Chile pretendiera la Libertad. Eso en 1817. Un año después de la batalla de Chacabuco, el 12 de febrero de 1818, se firmó el Acta de Proclamación de la Independencia con la firma de O`Higgins...
Mucho le debe este país a don José de San Martín y Matorras, el gran general argentino, en esas batallas libertarias junto a su valiente y gran amigo O´Higgins.
En el Acta de Proclamación de la Independencia se dejó en claro: "a la gran confederación del género humano que el territorio continental de Chile y sus islas adyacentes forman de hecho y por derecho un Estado libre, independiente y soberano".
Sí, es a partir de esa fecha que Chile es un país independiente; así es que todas las celebraciones efectuadas este año son mentirosas.
El real Bicentenario de Chile es el 12 de febrero de 2018.
Si aún quisiéramos argumentar que tomemos en cuenta la Patria Vieja (1810-1814), tendríamos SÓLO cuatro años de vida independiente en esa época, porque de 1814 hasta comienzos de 1817 es obvio que vivimos en una situación de Reconquista donde Chile debió sufrir los continuos golpes de España. Y tras ello vinieron muchas batallas antes que se firmara la Independencia de Chile, el citado año de 1818.
Y tras ello siguieron y aún se extendieron al gobierno de Ramón Freire.
Si consideramos lo recién expuesto tendríamos 196 años de vida independiente.
La verdad, señoras y señores, es que lo vivido este año fue una fiesta de algunos.
Realizaron este seudo Bicentenario sólo para autofestejarse y llamarse personajes del Bicentenario, ciudadanos del Bicentenario.
Realmente será el 12 de febrero de 2018 cuando festejemos el VERDADERO BICENTENARIO.
José G. Martínez Fernández
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