jueves, 5 de agosto de 2010

PREMIO NACIONAL DE LITERATURA 2010:

SE GOLPEAN LOS CERCANOS
por José G. Martínez Fernández.

Es increíble cómo las ambiciones individuales llevan a romper con cercanos en principios e ideales. Escritores que apoyaron a Frei se han agarrado de las mechas en pleno gobierno piñerista por el mayor premio literario existente en Chile. Ahora necesitan hasta el voto de Joaquín Lavín.
No es la primera vez que pasa: los grandes escritores de Chile (¿serán tan grandes?) se agarran de las mechas por hacerse de un nombre mayor y por defender su propia opción o la de los más cercanos.
Marco Antonio de la Parra en el último The Clinic es interrogado de la siguiente forma:
-¿Qué piensa de la posibilidad de entregarle el premio nacional a Isabel Allende?
Responde De la Parra:
-"La farándula es una peste, un sida social que si hay baja de defensas, como un público iletrado, se pega en todos lados. Creo que si le dan el premio a Isabel Allende sería coherente con un gobierno de derecha, que cree en el mercado. Yo pienso que su propuesta literaria es muy menor: fuera de ser entretenida no propone nada. Las razones que se han dado para darle el premio, como que ha dado a conocer a Chile en el extranjero, son extraliterarias; si es por eso tendríamos que darle el Nobel a la JK Rowling, a Tolkien, a Coelho".
Hay aquí evidentes contradicciones, okey de que uno sea -o no- partidario de darle el premio a Allende. Aquello en que señala de que otorgarle el premio a dicha escritora "sería coherente con un gobierno de derecha", suena muy extraño. Isabel Allende vino a Chile a apoyar la candidatura de Eduardo Frei, es decir vino a darle apoyo a la Concertación frente al fantasma de la Alianza.
Quien critica a Isabel Allende -de la Parra- fue un funcionario de la Concertación, Agregado Cultural en España, puesto en que -años después- Bachelet nombraría al derechista Carlos Franz.
Hay un grupo de escritores de izquierda y de socialdemócratas que no apoyan a la escritora garcimarquiana y que han hecho de ella una verdadera suerte de fantasma y la han denigrado acusándola de ser una escritora facilista, olvidando que grandes escritores chilenos están en dicha línea.
Este comportamiento es muy bueno para la Derecha que observa cómo los mismos izquierdistas le muerden las manos a Allende, pero Allende también ha sabido caer en la trampa. Tiene sus opositores entre sus mismos cercanos en ideario político.
Ella también ha señalado que en Chile manda el machismo. Sin embargo es una mujer la mayor contrincante suya en este premio.
Se trata de Diamela Eltit, la ex de Raúl Zurita y actual de -¡NADA MENOS!- Jorge Arrate, el ex-candidato presidencial de la izquierda extraparlamentaria.
Eltit tiene el apoyo de parte del mundo académico, mientras Allende cuenta con el apoyo de sectores sociales y políticos inclaros, más todavía cuando la izquierda oficial se puede inclinar por Diamela.
Además hay un tercer candidato importante, Germán Marín, hombre también de izquierda y , para rematar, está la figura de Poli Délano, militante activo del Partido Comunista.
Es decir podemos armar un cuadrado de artistas de la palabra que ocupan los cuatro puntos del mismo y todos son de izquierda. Los opositores a los cuatro sólo tendrían figuras importantes y no tanto en los nombres de Lafourcade y de Rosasco.
Ahora el premio podría jugarles a todos ellos en contra y designar como Nacional a un cuasi desconocido autor de provincia: Hay varios candidatos más.
Todos los candidatos, incluidos los señalados izquierdistas, ahora rezarán porque el otrora por ellos rechazado Joaquín Lavín -como jurado, debido a su cargo de Ministro de Educación- vote u ordene por uno de ellos.
Quedan días para saber quien es el agraciado.
José Martínez Fernández

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