por José G. Martínez Fernández.
Un Decreto (el Nº 2695) que Augusto Pinochet Ugarte dictó en 1979 es un DECRETO INMORTAL. El mismo permite el llamado "saneamiento" de propiedades...una manera siútica de llamar al robo perpetrado contra algunos propietarios de viviendas.
En la justicia chilena, tan corrupta en la mayoría de los casos, se conoce a dicho Decreto como el Decreto Ladrón. Sin embargo esa misma justicia avala, a veces, este robo perpetrado por el Estado chileno.
Don Augusto se ha inmortalizado en él, porque lo aceptaron los cuatro presidentes de la Concertación y lo avala hoy don Sebastián Piñera.
Ya se publican en diarios impresos avisos largos, y por ende costosos, de entregas de propiedades a quienes las ocupan y no tienen títulos de dominio...
Algunas propiedades, siendo de Bienes Nacionales, no tienen problemas al traspasarlas; pero a veces se cometen errores y se traspasa lo que ya tiene dueño; otras veces, simplemente, se EXPROPIA -a sabiendas- a los verdaderos propietarios.
En un Estado que acusa a los okupas de ladrones, se permite que otros, los verdaderos ladrones, "saneen" propiedades de terceros.
Los okupas, al menos, hacen eso: una ocupación periódica y pueden irse acusados por ese mismo Estado, el que entrega en bandeja otras propiedades a verdaderos usurpadores...que obtienen las propiedades con papeles y gozarán de ella de por vida y podrán testarla.
El Decreto de Pinochet es una infamia. Es un robo descarado y aplaudido fue por los gobiernos concertacionistas.
Hoy -establecida la Derecha en el gobierno- los caballeros del Ministerio de Bienes Nacionales siguen la misma política del señor de los anteojos negros.
Pero, reiteramos, ¿Nos podemos sorprender que un Decreto avalado por cuatro gobiernos concertacionistas siga vigente?
En este Estado nuestro los "ladrones decentes" tienen más posibilidades de obtener propiedades con sólo presentarse con infundios a las Seremías de dicho Ministerio y alegar que han estado allí “tantos años…”
No podrían alegar lo mismo los okupas, aunque tengan más de diez años en una propiedad.
El Ministerio de Bienes Nacionales es un espacio que beneficia a los cercanos suyos bajo la tutela gubernamental.
Para los okupas la política del Gobierno es totalmente distinta: palos con ellos y cárcel.
¿Quién es más beneficiador, entonces, del desorden?
¿El Estado o los okupas?
José G. Martínez Fernández.
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