miércoles, 16 de noviembre de 2011

Clasificatorias para el Mundial de Fútbol

Lo importante es como se termina
 y no como se comienza
Por Jorge Javier Vergara Núñez
 La diferencia entre ambos (Bielsa y Borghi) tiene directa relación en cómo han vivido su vida cada uno. Llevar esto a una discusión de quién es mejor que otro como Director Técnico de la selección es una soberana estupidez.

Habiendo transcurrido ya cuatro partidos de las Clasificatorias Sudamericanas para el Mundial de Fútbol, es importante consignar un comentario que resuma de alguna manera el estado anímico del Chile futbolero que sigue a la Selección, y que en su gran mayoría, son fanáticos ocasionales. Adictos que sólo se impregnan de este fútbol-parrilla con "la roja de todos” cuando se está en instancias de competencia internacional y que normalmente transitan alejados de las canchas.
Si vamos a los fríos números, podemos exhibir que, como nunca antes a estas alturas de las clasificatorias, vamos con seis puntos –todo un récor- que no sirve de nada práctico, pero que es bueno para la confianza del cuerpo técnico y el plantel y, además, una paz espiritual para una hinchada bipolar que pasará unas fiestas de fin de año tranquilas, con gran compra de merchandising de la roja de todos.
 En la parte ya más futbolera, se comprueba que el  Chile de Borghi hace unas muy buenas presentaciones de local y otras no tanto como visita, donde cayó estrepitosamente en Buenos Aires y en Montevideo. Queda más o menos claro que en ambas debacles hubo comportamientos de jugadores que minaron la moral del grupo y ello no se puede soslayar. De no haber sido por el desayuno del Tavelli y el Bautizo con revancha, de seguro los resultados deportivos hubiesen sido más estrechos.

En lo que al juego se refiere y sólo para lectores realmente futboleros, cuya óptica es lo suficientemente objetiva para no motejarse per se como Bielsistas o Borghianos, se ratifican un par de apreciaciones que, en la vorágine de descalificaciones entre los partidarios de ambos directores técnicos, muchas de ellas pasaron casi desapercibidas,

1.- Que esta selección posee menos vértigo que la anterior, donde el medio campo era zona de tránsito rápido para favorecer la sorpresa. Acá se busca tocar en el medio para buscar y crear el espacio, acelerando en tres cuartos  en busca del arco rival. De la misma manera, Chile antes apretaba rápido la recuperación del balón buscando el error del rival. Cada jugador chileno tenía una tarea clara, precisa y aprendida de lo que debía hacer, dependiendo de dónde se perdía o se recuperaba el balón. Hoy la marca zonal parte del medio hacia atrás.

2.- La selección de las clasificatorias anteriores privilegiaba el esquema por sobre la habilidad de cada jugador, ello implicaba que en la práctica jugaba quien estuviera mejor en ese momento para asumir su función dentro del esquema ya elegido. Ahora existe gran espacio para la improvisación y creación de los jugadores hábiles quienes tienen más libertad en la cancha, es por ello que cuando un titular indiscutido por una razón no está, se sufre tanto fuera y dentro de la cancha.

Ambos tienen sus métodos, modos y formas para alcanzar el éxito con Chile, ambos quieren clasificar y ojala hacer una buena presentación en el Mundial de Brasil, pero objetivamente en el modo tienen esas dos diferencias en el juego y ello es una realidad.
 La diferencia entre ambos tiene directa relación en como han vivido su vida cada uno. Llevar esto a una discusión de quien es mejor que otro como Director Técnico de la selección es una soberana estupidez.
 Nadie puede estar de acuerdo con la forma como las SADP sacaron a Mayne Nicholls y Bielsa respectivamente, pero se produjo y seamos claros, el primer equivocado fue el propio Harold cuando creyó que las SADP venían a invertir más que a sacar y cuando con una ceguera notable no hizo andar la Federación de Fútbol.
 Creo que por algunos años en materias futboleras el hincha estará lo suficientemente lejos para hacer algo, a menos que en los estadios los verdaderos hinchas del fútbol, los que cada semana acompañan a su club desde el tablón o en la cancha del barrio, comiencen a despertar y a difundir lo que los medios no pueden hacer; que el fútbol es un lugar de participación de la gente y no un negocio para unos pocos.

Por de pronto, y alegrémonos de ello, la selección y sus recientes buenos resultados alegran a un pueblo que la considera suya, ello también permitirá a las SADP conseguir el bálsamo necesario para seguir lucrando.

Pero en esto del fútbol, como las clasificatorias, la vida y las SADP no olvidemos que
Lo importante es como se termina y no como se comienza

Jorge Javier Vergara Núñez

No hay comentarios: