El diario estadounidense se basó en documentos que demuestran como se encubrieron las pruebas de maltrato de presos.
AP
Domingo 10 de Enero de 2010
NUEVA YORK.- Las autoridades estadounidenses ocultaron datos y cientos de documentos sobre la muerte de inmigrantes sin papeles en centros federales de detención de Estados Unidos, dejando a la sombra casos de abuso y maltrato, reportó el domingo el diario The New York Times.
Según datos obtenidos por el diario y la organización American Civil Liberties Union (Unión Estadounidense de Derechos Civiles), los documentos hacen referencia a la mayoría de los 107 inmigrantes que murieron en cárceles de inmigración desde octubre de 2003.
Los inmigrantes se encontraban bajo el control del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), el cual depende del departamento de Seguridad Interior.
Los documentos demuestran cómo los encargados del sistema de detención federal usaron su posición para encubrir pruebas de maltrato de presos, esquivar el escrutinio de los medios de comunicación o preparar declaraciones públicas exculpatorias, tras descubrir evidencia que demostraba abusos o cuidado deficiente de los detenidos, reportó el diario.
Según el Times, mientras un inmigrante moría por lesiones en la cabeza sufridas en una cárcel de inmigración de Nueva Jersey en 2007, un portavoz de los servicios de inmigración le dijo al diario que él no pudo recibir información de las autoridades sobre el caso.
Los documentos demuestran que, en realidad, el portavoz alertó a las autoridades sobre las preguntas del reportero y cómo éstas planeaban devolver al detenido a Africa para reducir las probabilidades de mala imagen.
El Caso Romero
En otro caso, los investigadores de la Oficina de Responsabilidad Profesional del ICE concluyeron que un fuerte dolor fue razón importante para que el salvadoreño Nery Romero, de 22 años, se suicidara en su celda de una cárcel de Nueva Jersey.
Otros presos estaban en riesgo de morir también porque la unidad médica de la institución era totalmente ineficaz, concluyeron los investigadores.
La investigación también descubrió cómo el personal de la cárcel falsificó el historial médico de Romero al incluir en su informe que le habían administrado el medicamento Motrin. La falsedad fue fácil de detectar porque Romero ya había muerto cuando la medicina le fue administrada, según indicó el documento.
Artículo publicado en El Mercurio, de Chile, extraído de The New York Times
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