¿LIMPIARÁ LOS TRIBUNALES?
Por José G. Martínez Fernández
Gran revuelo causó en la Región del Maule (Centro-Sur de Chile) la agresión que sufrió un carabinero al tratar de cumplir la tarea de fiscalizar a un individuo.
Lo que ese policía no intuía era que su fiscalizado era un Juez.
Éste, con la prepotencia de algunos jueces que pululan en tribunales chilenos, agredió al policía.
Una señal buena fue que el asunto, al menos, está siendo investigado; mas sorprende que el Presidente de la Corte Suprema , Milton Juica, no se haya pronunciado.
¿El apoyo de los similares?
Hace rato ya que el aparato judicial nuestro muestra bastantes irregularidades. Desde la no prisión de Pinochet y el extraño fin del juicio a su familia por asuntos de dineros mal habidos fue un solo hecho entre tantos otros.
La muerte de ciudadanos mapuches sin ser sus victimarios condenados en debida forma es otro punto oscuro.
Podemos sumar muchísimas irregularidades.
En Perú y en Argentina los gobernantes-asesinos pararon en la cárcel.
En Chile el gobernante-asesino murió en una cama de hospital y no conoció AQUÍ un solo día una cárcel.
La justicia chilena es miserable y canallesca. Puede cambiar el nombre de un presidente de las Cortes, pero no los hechos.
Yo propongo a Milton Juica, Presidente de la Corte Suprema de Chile, que investigue a varios tribunales esparcidos por el país y revise expedientes, litigios y resultados: Se encontrará con muchas sorpresas.
¿No es Milton Juica el llamado a restablecer los derechos ciudadanos ante los tribunales chilenos?
No es una tarea para un hombre solo, pero él cuenta con asesores. Debe exigirles honestidad, verdad, transparencia.
Ya hace más de una década la periodista Alejandra Matus publicó El Libro Negro de la Justicia Chilena , hecho que le costó una demanda del entonces presidente de la Suprema Servando Jordán.
Matus partió a buscar refugio en Argentina, mismo país que eligió otro perseguido nuestro: el periodista Francisco Martorell, hoy acomodado en la dirección de la revista El Periodista y olvidado ya de sus viejas batallas en la época de la transición democrática.
“Jóvenes revolucionarios terminan siendo viejos reaccionarios”, decía José Ingenieros en El Hombre Mediocre.
Martorell puede hacerse cargo de la cita.
Si Juica no hace una tarea de limpieza en los tribunales nuestros, será recordado como un presidente más que dejó a la judicatura chilena en el chiquero en que actualmente está.
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