viernes, 30 de diciembre de 2011

ALFONSO CARREÑO UN POETA DE LA ESPAÑA DEL VEINTE

Por José G. Martínez Fernández.
 Leyendo una revista que yo poco conocía –HORA DE POESÍA- en su edición de Mayo-Agosto de 1988, me encuentro con poemas de un autor que desconocía totalmente: Alfonso Carreño.
Son ocho poemas. Todos de excelente factura.
El poeta es español, al igual que la revista.
Me entero que murió medianamente joven.
Nacido en 1932 dejó de existir –precisamente- cuando la publicación estaba a punto de aparecer: Agosto de 1988.
En su poco más de medio siglo de vida Alfonso Carreño publicó algunos libros, entre ellos: Elegía para mí mismo (1955); Huésped en la materia (1979); Réquiem por Javier Serrano (1987) y unos cuantos más.
Para graficar algo de la calidad de su lírica leamos uno de sus poemas.

MIENTRAS AGONIZO

A la vera de nunca
calendarios ajenos
deslíen los confines
de mis sentidos, hechos
el último cansancio
desnudado del cuerpo.

Briznas de otras sustancias
me germinan adentro
horas que van dejando
de ser en su comienzo.

Y algunas manos, como si acordaran
inexorablemente que no puedo
seguir estando, entornan
mis párpados desiertos
y ocultan a estos ojos gustativos
la hospitalaria suavidad de un techo.

Belleza plena en muchas líneas de su lírica nos emocionan. Seleccionamos: “El último cansancio/ desnudado del cuerpo”; “Briznas de otras sustancias/ me germinan adentro”.

El último cansancio será su último dolor, la entrada en la muerte, porque en su cuerpo germinan las materias de esa muerte.

Para mí conocer a este poeta ha sido una grata novedad. Su poesía sin mayores artilugios, sólo con la pureza misma del verbo matriz de su lírica es muy clara y podemos entender el poema (y sus otros poemas) sin un esfuerzo mayor.

Gran poeta Alfonso Carreño: un bardo desconocido que se nos aparece en el umbral de la gran poesía española de la segunda mitad del siglo veinte.

Jose G. Martinez Fernandez

¡FIN AL MONOPOLIO DE CONSERVADORES Y NOTARIOS!

Por José G. Martínez Fernández.
 
Al fin, después de tantos años de vivir bajo las especulaciones económicas de los Notarios Públicos y Conservadores de Bienes Raíces en Chile, se ha propuesto –desde cúpulas administrativas públicas- que no puede seguir existiendo monopolio de los mismos; ya que ello lleva, como se ha podido advertir, a una colusión en los cobros por hacer papeles.
Los que hicieron las farmacias, lo que han hecho los productores de aves, lo que hacen los bancos (al que aún no les cae la Ley Antimonopolios ), le va a suceder a los Notarios y Conservadores que, en Chile, conforman un grupo privilegiado. Otro organismo que se ha privilegiado en la medida que al ser pocos en el caso de los Notarios pueden cobrar lo que quieren…Al hacerse ciertos cambios ahora y al aumentarse el número de ellos los precios por sus servicios tienen que tender a la baja.
Peor es el caso de los Conservadores. Hay Conservadores que abarcan varias comunas y como ellos son los únicos Ministros de fe en sus tareas. Éstas le acarrean cientos de miles de clientes: son los casos de los Conservadores de Bienes Raíces de Santiago, de La Serena , de Puerto Varas, entre otros.
Esos señores llegan a ganar –sólo para ellos- más de DOSCIENTOS MILLONES DE PESOS AL MES (Cuatrocientos mil dólares).
Ya habíamos denunciado eso en una crónica de hace algunos años. No era posible que el Conservador de una ciudad lo fuera, a la vez, de las ciudades vecinas.
Todo se lo “comían” ello.
Me explico: El Conservador de Santiago, lo es de la capital de Chile y de varias comunas:  Ñuñoa, Providencia, Quinta Normal, entre otras de las que conforman el radio urbano de la metrópolis, pero saliendo de aquí…alcanza a lugares que están varios kilómetros más allá: Lampa, Curacaví, etc.
Toda una concentración de lugares que sólo ese Conservador puede manejar…y, por ende, todos los que tramitan inscripciones de propiedades de varias decenas de comunas deben recurrir a él.
Lo mismo pasa con La Serena…Lo mismo con Puerto Varas…Lo mismo con los Conservadores de otras numerosas comunas chilenas.
Esta vergüenza que denunciamos –como dijimos- hace unos años, parece llegar a su fin; luego que algunas autoridades, al fin, dijeran que eso era ilógico.
El otro monopolio, el de los Notarios, también, ha sido “afectado”, porque se crearán nuevas formas de tramitar (menos dinero para sus ya grandes fortunas) y entrarán –de seguro- nuevos Notarios.
Por fin Chile podrá liberarse de estos verdaderos buitres.
Y es increíble que ellos se hayan reunido para reclamar por ello.
¡No tienen vergüenza!
Que en cada ciudad existan más Notarías es esencial; que los Conservadores de Bienes Raíces lo sean de una sola ciudad…es más esencial.
Terminar con el monopolio y colusión notarial y de conservadurías…permitirá a la gente pagar lo que es justo…No más.

lunes, 19 de diciembre de 2011

EL PEOR ESPAÑOL DEL MUNDO

Por Camilo Marks
(Columna de opinión publicada en Cooperativa.cl)
Sobre la necesidad de hablar inglés como herramienta indispensable para el trabajo y el triunfo social y económico se ha vociferado tanto, se ha escrito tanto y se han dicho tantas tonterías, que una nube espesa de asentimiento sobrevuela por encima de ese acuerdo tácito que impide cualquier debate: nadie lo discute, es un dogma.
Sin embargo, en países como España, Italia, Francia, Grecia o Alemania, un porcentaje que va del 63% al 90% de la población desconoce íntegramente alguna lengua extranjera y el interés por aprenderla es nulo.
Muchos problemas tendrá la Unión Europea, pero en materia intelectual sigue a la vanguardia del mundo. En Estados Unidos, por el contrario, hay una creciente demanda para estudiar español, lo que es natural, ya que en pocos años la lengua de Cervantes predominará sobre todas las otras en dicho estado.
Hace un tiempo, Neill Davidson, ciudadano británico residente en Chile, en un castellano envidiable, opinó en “El Mercurio” que bastaba y sobraba con las 100 mil personas que dominan el inglés para las escasas necesidades del país; la columna era irrebatible e incluso comprobaba que esa cantidad de gente era excesiva para la real eficacia, en suelo patrio, de ese idioma.
Hoy día, deben saber inglés unas 200 mil almas, de lo que se deduce que de poco o nada les sirve a muchos de ellos.
Ese inteligente análisis pasó desapercibido por la época en que fue escrito: se hacía mofa de la entonces ministra de Relaciones Exteriores, Soledad Alvear, por su mal manejo del inglés (como si los dirigentes estadounidenses fueran políglotas), un miembro del gabinete anunció que en poco tiempo Chile sería trilingüe, pues el mandarín se incorporaría a las escuelas, la euforia economicista vivía su apogeo y se vaticinaba nuestro inminente ingreso al club de las naciones desarrolladas.
La insondable crisis de la educación, que este año quedó al desnudo, ha apagado un poco la manía anglófila. Pero no del todo. Los diarios y revistas, la propaganda, las voces autorizadas, los que poseen tribuna abogan por la perentoriedad del inglés como instrumento fundamental para avanzar…en lo que sea.
Es una perogrullada expresar que para conocer otro lenguaje, primero es imprescindible tener un conocimiento acabado del nativo. El castellano que se habla y escribe en Chile debe ser el peor del orbe.
Excluidas las radios y la televisión, donde se emite una jerigonza ininteligible, los medios escritos, casi sin excepción, dan cuenta de esta ruina: faltas ortográficas espantosas, errores básicos de sintaxis, que hacen incomprensibles los textos, disparates léxicos, solecismos, barbarismos, idiotismos y muchas otras falencias, convierten a nuestros rotativos en especímenes de una decadencia lingüística sin precedentes.
Tenemos páginas enteras elaboradas por periodistas sin la más mínima conciencia idiomática o por presuntos especialistas que no distinguen lo más elemental de nuestra gramática.
No es raro que así sea dada la nula importancia del ramo de Castellano, que ahora se imparte con varios nombres y de la forma más acelerada, sin lecturas, sin composición, sin escritura.
Antes de la PAA, reemplazada por la PSU, era una asignatura esencial y todo aquel que rendía Bachillerato, debía pasar rigurosos exámenes de comprensión y ser capaz de escribir de una manera decente.
Lo mismo ocurría con inglés y francés, que se enseñaban por 6 años, y quienquiera quisiese ingresar a la universidad, debía demostrar su aptitud en uno de esos lenguajes.
Paradójicamente, a mediados de los 60, todo el que podía dar el paso a la universidad, si no dominaba una lengua extranjera, al menos algo sabía de ella.
Cinco décadas después, ningún estudiante que se matricula en institutos superiores conoce el español básico.
Ni qué decir tiene, el inglés o el ya extinto francés están abolidos del ámbito cognitivo de los jóvenes que se embarcan en competitivas o superfluas carreras.
Los colegios privados, con matrículas prohibitivas, excluyentes, de importancia reducidísima, son la excepción a esta regla. Con todo, se trata de una excepción relativa: no se ha comprobado la permanencia del aprendizaje de idiomas y es probable que con la falta de uso, lo aprendido se pierda con celeridad.
En resumen, los que obtienen la licencia secundaria no saben un ápice de castellano ni, mucho menos, de inglés.
¿Con qué ropa, entonces, se pretende que la totalidad, la mayoría o una porción importante de la población chilena sepa el idioma de Shakespeare, Dickens o las hermanas Brontë?
Porque los anglómanos están lejísimos de preconizar la lectura y el estudio de la literatura británica o norteamericana. Tampoco experimentan ninguna curiosidad por la historia, la filosofía, la antropología o cualquier disciplina ligada con las humanidades y por los egregios nombres de esas esferas provenientes de Inglaterra o Estados Unidos.
Nada de eso. Los partidarios de meter el inglés con camisa de fuerza proclaman que es trascendental para hacer negocios. ¿Qué negocios?
¿Minería, comercio exterior, agricultura, pesca u otras industrias?
¿Cuántos laboran en estas actividades? Una fracción mínima de chilenos que, tal vez, chapurrean en otro idioma y tal vez apenas se dan a entender en español.
El resto, empleados públicos, obreros, artesanos, trabajadores del campo, dueñas de casa, vendedores ambulantes, mendigos, presos y un largo etcétera, o sea, la inmensa mayoría, deben contentarse con ingresos miserables y hacer frente a lo que es vivir en la desigualdad extrema.
¿Mejoraría su situación si aprenden inglés?
La última pregunta es tan ridícula como los ejemplos con los que se suele ilustrar la trascendencia de ese lenguaje: es obligatorio en Singapur, con dos millones de habitantes que se entienden en malayo o en Suecia, con escasa densidad demográfica y uno de los estándares más altos del planeta.
Si queremos adquirir cualquier tipo de formación cultural, comencemos por el castellano. Mucho después, podríamos aventurarnos en lenguas distintas, aun cuando jamás de los jamases seremos un país bilingüe.
Camilo Marks
Nota del autor :(En este artículo, español y castellano son sinónimos).

jueves, 15 de diciembre de 2011

LA REBELIÓN DE LOS PEONES

de Andrés Antonio Alburquerque Fuschini, el jueves, 15 de diciembre de 2011 a la(s) 11:53
Este equipo de la “U” encandila con sólo una estrella en la cancha; los demás son gregarios que corren y corren al servicio de una causa, controlados por la batuta de un técnico que no aspira sino al sueño de todo entrenador: hacer jugar a todos en su máximo nivel y potencial.

Lo de Johnny Herrera hace algunas semanas fue una más de sus patochadas: que a todos estos jugadores de Universidad de Chile ya se los querrían Colo Colo o la UC, dijo el arquero, de excelente campaña este año. Permítame discrepar absolutamente: salvo Eduardo Vargas, los demás no pasan de ser buenos jugadores e, incluso, algunos son simples obreros al servicio de una gran obra de ingeniería.

¿Qué tiene la “U” para ser el mejor del continente sin un gran despliegue técnico? Ingredientes de sobra en lo físico, anímico y táctico.
Cada uno de los muchachos corre -como diría Sergio Livingstone- una barbaridad. Lo de Matías Rodríguez es simplemente impresionante. Dueño de toda la franja derecha, se le ve sin distinción entre los zagueros y los atacantes, y aunque en esta última faceta su aporte es menor, su trabajo de cabeza gacha y pulmones abiertos termina siendo hasta emocionante.
La labor de Marcelo Díaz, un rescatado desde las tinieblas, es también digna de destacar. Con una confianza jamás alcanzada pues siempre fue suplente, el volante se cree tanto el cuento que ahora es capaz de acaparar los disparos de distancia, los tiros libres al área y hasta puede meter pases en cortada que antes no estaban ni en sus sueños. También es de los que corre sin pausas, como -la verdad- todos los que entran a la cancha.
Porque es ahí donde los azules destruyen a sus adversarios. La recuperación de la pelota es lo que se busca a ultranza, porque Jorge Sampaoli sabe que esa es la llave de la felicidad. La idea es tan antigua como sabia y difícil de conseguir: si el rival no tiene la pelota es imposible que nos haga daño. Por eso trabajan todos en quitar el balón lo más pronto posible y, ojalá, lejos del área propia. Así nacieron muchos goles de esta “U” que encandila por su sencillez y disciplina.
En este aspecto lo que ha hecho Charles Aránguiz (apellido ilustre para los azules de corazón) es para destacar. De paso sin gloria por Colo Colo, en esta “U” parece haber encontrado el equilibrio perfecto, pues representa el Ying y el Yang del equipo. Si él anda bien, la “U” despedaza sin compasión; en caso contrario, le cuesta más. Y si de igual forma el equipo consigue la victoria es porque en este cuadro casi nadie es imprescindible.
Cercanos al ideal alcanzado por España en el Mundial (con tres o cuatro figuras fue lejos el mejor equipo por su despliegue físico y táctico) y parientes pobres del Barcelona y sus millones y figuras rutilantes, los azules no le temen a nada ni a nadie. Capaces de golear a Flamengo a domicilio y pasearse ante LDU en la finalísima (perfectamente pudo jugar sin arquero), el conjunto modelado por Sampaoli sabe que su fortaleza está en la verticalidad de sus ataques, en el traslado rápido, en la pierna fuerte, en el corazón intacto. Y en el orden estratégico y táctico.
Porque esta “U” copa los sectores del campo; apura cuando tiene que apurar y se da el lujo de jugar sin armadores, sin “10”. Cuando juega, Lorenzetti se transforma en “nueve y medio”, detrás de los delanteros, a la caza de una pared equilibrada para que definan los que tienen que definir.
Y los que tienen que definir son esencialmente tres: Canales y sus lagunas; Castro y su casi insensato e inmaduro egoísmo, y Eduardo Vargas, que es el crack y que cuenta con los favores de todos para brillar. Rivarola, Gabriel Vargas y Gallego representan sólo la emergencia, porque para la “U” basta con la imaginación, rapidez y desparpajo de “Edu” y su toque de distinción.
En cuanto a lo anímico, nada nuevo. La “U” ha sido, es y será el equipo místico por excelencia del fútbol chileno. El que agota todas sus fuerzas, el que derriba paredes de tanto soplar y soplar, lo que unido a lo ya expuesto, da como resultado un equipo maduro y equilibrado, en donde todos juegan en su nivel máximo (que lo diga José Rojas, eterno soldado raso ahora pretendido por clubes extranjeros, según se comenta) y que pasó por arriba de todos en esta Sudamericana, con una campaña portentosa digna de la más envidiable obra de ingeniería.
Una obra inmensa y admirable, que cuenta con un capataz de lujo (Sampaoli y su bien estudiada humildad), un especialista en los trabajos de terminación perfecta (Vargas) y 10 peones que se sacrifican de sol a sol, que no se achican ante ningún desafío y que se rebelaron contra 84 años de zozobras y frustraciones para poder degustar los manjares más dulces de la gloria.
Andrés Antonio Alburquerque Fuschini

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Pablo de Rokha es Dejado Fuera de los Grandes Poetas


Por José G. Martínez Fernández.
Merecido el Premio Cervantes a Nicanor Parra, el poeta-antipoeta, que escribe una poesía maravillosa, llena de estrellas misericordiosas y alegres a la vez; muy fáciles de digerir y que asemeja, al final, una constelación casi fabularia.
Alguna enseñanza hay en el poeta chillanejo.
Chillán ha sido pródiga en entregarnos grandes hombres y mujeres a Chile. Claudio Arrau, el maestro del piano; Ramón Vinay, el cantor lírico extraordinario; Violeta Parra, cantautora genial, hermana de Nicanor y, fuera del mundo del arte, el Libertador de la patria: Bernardo O’Higgins, admirado precisamente por Parra y por Neruda, Mistral y Pablo de Rokha.
Merecido el Premio Cervantes a Nicanor Parra, repetimos.
Pero en un reciente artículo sobre lo mismo don José Miguel Ibáñez Langlois (Ignacio Valente), quizás el crítico literario chileno de mayor valía después de las muertes de Hernán Díaz Arrieta (Alone) y Ricardo Latcham, ha escrito un artículo sobre lo que llamó “Los Cuatro Grandes de la Poesía”.
Citó a Neruda, a Mistral, a Huidobro y a Parra.
Nadie –reitero- va a negar los méritos del autor de “Poemas y Antipoemas”, “Artefactos”, etc.
Grande Parra.
Pero la astucia de Valente ha sido dejar fuera a Pablo de Rokha.
¿Por qué no hablamos mejor, entonces, de “los cinco o seis grandes de la poesía chilena”?.
Más que astucia Valente ha manifestado desidia, demarcación clarísima, ha querido decir que la obra de Pablo de Rokha no tiene los méritos para estar entre los grandes de nuestra lírica.
En eso sigue el camino de Alone, en eso se acerca a todos aquellos críticos y autores de antologías que durante décadas negaron la valía lírica del gran poeta de Licantén… allá cerca de Curicó.
Dejar a Pablo de Rokha fuera de los grandes bardos chilenos de toda su historia es un insulto a los nuevos estudiosos y admiradores de la poética rokhiana.
Contar los méritos de este poeta es tarea larga, tan larga como son sus principales libros.
Yo siento en el alma el golpe que Valente ha dado a los que admiran la obra del poeta que luchó durante toda su vida contra diversos enemigos –visibles e invisibles- que le hicieron difícil la tarea de difundir su arte.
Él era editor de sus propios libros. Y además su vendedor. Iba de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo, recorriendo cantinas, casas, plazas, para ofrecer su “mercadería”.
Harto difícil fue la vida de Pablo de Rokha.
Tras su muerte en 1968 –un suicidio anunciado- se empezó a darle la justa dimensión a su genio creativo.
Bien merecido el Premio Cervantes a Parra, reiteramos otra vez.
Pero, por favor, si queremos hablar de los grandes hitos de la poesía chilena no olvidemos a Pablo de Rokha, maestro insigne, de quien León Felipe, el gran bardo de España, dijo que el chileno era el poeta en lengua hispana más importante del siglo veinte.
José G. Martínez Fernández

jueves, 1 de diciembre de 2011

Putas y periodistas

Del Blog de David Jiménez

Mi periódico pidió años atrás una colaboración a Camilo José Cela y el Nobel español dijo que lo haría por una cantidad de dinero. Cuando desde la redacción trataron de regatear el precio, su respuesta fue enviar el folio gratis y concluir el artículo diciendo que los escritores son como los toreros y las putas, “que pueden torear en festivales o joder de capricho, pero sin bajar los precios jamás”.
La anécdota viene a cuento porque se está poniendo de moda entre los medios españoles pedir artículos, fotografías y vídeos a cambio de nada. Se asume que los periodistas estamos tan desesperados como para trabajar de balde, quizá con la esperanza de que el cliente quede satisfecho con el servicio y vuelva a por más.
Sólo que no vuelve o lo hace con las mismas condiciones.
El dinero que ofrecen los que sí pagan se ha reducido a cantidades tan indignas, tan desvinculadas del esfuerzo o el mérito del trabajo, que dan ganas de responder a lo Cela. No enviando el artículo gratis, sino al editor de turno a la mierda. Y los hay que se frotan las manos ante la implantación del periodismo de bajo coste, cabe pensar que porque no leen sus propias publicaciones. ¿Es posible que no hayan caído en que los periodistas, como las líneas aéreas, terminan ajustando la calidad del servicio al precio? ¿Que se les está forzando a producir periodismo de charcutería para sobrevivir?
Lo cuento desde la confortable distancia. Tuve la fortuna de arrancar en el oficio en una época de bonanza. Mi periódico, El Mundo, siempre me ha tratado bien. Pero los medios no pueden hacerse sin los buscavidas del oficio, los colaboradores y reporteros a la pieza que se fajan por conseguir las mejores historias y fotografías, porque les va el desahucio en ello. Hacen mejores a los que nos hemos acomodado en la nómina. Al medio al que se ofrecen. A la profesión.
Por eso es tan injusto que cientos de ellos lleven meses sin cobrar o que se les sugiera que trabajen gratis, diciéndoles que su trabajo no vale nada. “Es la crisis”, dice la canción que sale de los despachos. Aunque nadie recuerda que en tiempos mejores alguien descolgara el teléfono para decir: “Oye, va todo tan bien que hemos decidido pagarte el doble por el último reportaje, ese en el que casi te vuelan la cabeza en Kandahar”.

La crisis sirve para faltar el respeto a los profesionales y a los lectores. Para enviar a la gente a cubrir guerras sin un seguro. Para pedir que se escriba del Congo desde Alcobendas, sin dejar de enviar a tres reporteros a cubrir un partido de fútbol y a media redacción a la última boda de la tontocracia. La crisis sirve para despedir a veteranos del oficio que solían hacer una cosa bien (PERIODISMO) y sustituirlos por jóvenes más baratos y explotables que hacen cinco al mismo tiempo, ninguna periodismo.
Solía decirles a los futuros reporteros que habían elegido la mejor profesión del mundo. Una con mucha precariedad, cierto, pero también una de las pocas que no conocen el paro. “Nadie sabe de una gran exclusiva o reportaje que no se haya publicado”, dije en alguna facultad. “Coge la maleta, vete a un lugar del mundo donde estén pasando cosas y empieza a contar historias. Lo peor que te puede pasar es que aprendas, de periodismo y de la vida”.
Por primera vez dudo de la validez del consejo. ¿Irse dónde si cada vez interesa menos lo que pasa más allá del vecindario y la pelea de gallos que es la política nacional? ¿Vender qué historias si el dinero que se ofrece no paga el taxi, difícilmente el recibo de la luz? ¿A aprender qué si lo que se pide desde muchas redacciones es rapidez y cantidad, despreciando la calidad?
Quizá Cela tenía razón y los periodistas están destinados a ser como las putas: trabajando sin horario ni garantías, a menudo de noche, ofreciendo sus servicios al mayor número de clientes posible y soportando a los aprovechados que tratan de regatear los precios o intentan que el servicio les salga gratis, prometiendo traer dinero y respeto en una próxima visita. Sólo que no vuelven o lo hacen olvidando ambos. Otra vez.

LA INCONSECUENCIA DE ALGUNOS POETAS CHILENOS

Por José G. Martínez Fernández.
Para muchos poetas jóvenes chilenos el referente no ha sido Pablo Neruda, poeta enorme en su canto épico y en su poesía intimista, pero muy mediocre en gran parte de su poesía política: Canto a Stalingrado, El Pueblo lo llama Gabriel, y otros “poemas” que culminaron en su peor libro: INCITACIÓN AL NIXONICIDIO, publicado en plena Unidad Popular, donde el Nobel de Literatura dijo del MIR (entonces una de las facciones más avanzadas de la izquierda chilena) que era similar a PATRIA Y LIBERTAD, la agrupación fascista que ayudó a realizar la siniestra obra de Pinochet, de la cual la "Democracia Chilena" -desde don Pato hasta Piñera- aplica AÚN en gran medida.
Por su dependencia de la URSS don Pablo hizo esto y otras cosas...y por ello -y por sus diferencias personales- marcó distancia del otro gran Pablo...Pablo de Rokha.
Y éste también cayó, muchas veces, en una poética en que aparecen denigrados León Trotsky y otros líderes revolucionarios.
No sé porque pienso que si hubiese otra vida y en ella se encontraran ambos poetas, se reconciliarían y bajarían de su pedestal a ciertos políticos que ellos, en algún momento, admiraron y quienes le hicieron tanto daño a la sociedad y, en cambio, darían su justo espacio a los consecuentes.
Obviamente no a González Videla, en el caso de Pablo Neruda, porque aunque el
poema no es ninguna obra de arte, al menos es muestra de una verdad sobre quien traicionó a los comunistas chilenos en la década del cuarenta del pasado siglo.
En Chile se han equivocado muchos poetas y de los grandes.
Los dos citados y otros.
Sólo recordaré dos de los otros grandes: Julio Barrenechea y Braulio Arenas (a quien conocí personalmente). Ambos Premios Nacionales de Literatura. Ambos fueron en su juventud hombres de izquierda. Cuando se hicieron viejos cambiaron totalmente. Barrenechea se hizo pinochetista. Igual sucedió con Arenas.
Y ello también ocurre HOY con el académico y poeta Bruno Vidal. En su juventud perteneció al MIR. Ahora es un ardiente defensor de la dictadura y ha compuesto poemas para el Tirano y para su mano derecha: el criminal Manuel Contreras. Verdaderos elogios y justificaciones de las masacres de la dictadura.
Ahora hay poetas por estos bandos que, habiendo flagelado su cuerpo en nombre del marxismo, hacen lo mismo que los citados. Perfectos socialdemócratas e incluso derechistas.
Son pocos, pero existen.
Esperemos que no se dé en los más nuevos; pero la lógica histórica dice que ocurrirá. Con algunos.
Sin embargo también están los consecuentes. Los que no cambian su crítica al sistema y mantienen sus principios hasta el final de sus vidas.
Mueren con las manos arriba apuntando a la injusticia…no transando.
José G. Martínez Fernández

sábado, 26 de noviembre de 2011

PEDRO SALINAS:

VOZ PURA DE LA POESÍA ESPAÑOLA

Por José G. Martínez Fernández.

 A la Generación del 27 pertenece la figura de Pedro Salinas, uno de los mayores poetas españoles del siglo XX.
Ese siglo grande de la poética -que en la llamada “madre patria”- tuvo figuras altísimas como León Felipe, García Lorca, Miguel Hernández, José Hierro, Blas de Otero, y tantos otros.
Nacido a fines del siglo XIX, exactamente en 1891, en Madrid, fue un miembro más de aquella Generación que sufrió la Guerra Civil Española por lo que debió vivir el exilio durante 15 años, desde 1936 a 1951, año de su muerte.
Ella ocurrió en Boston.
Como catedrático universitario hizo clases nada menos que en la Universidad de La Sorbona y en la Universidad de Cambridge.
Su inteligencia arrebatadora en las aulas fue la misma que mostró en su verbo poético. Muchos de sus poemas suelen ser largos, demasiado a veces: esa manera de hacer que cada verso no muera casi de inmediato, y así seguir verso a verso, una historia hecha verbo, a la manera de Vicente Aleixandre, contrariando a otros grandes poetas que escriben, en la mayor cantidad de sus textos, poemas muy breves.
Pero –como buen lírico- también tiene poemas breves y brillantes como los textos largos que suelen conmover a los lectores de su poesía, que en España forman grandes números y en América, sin embargo, son pocos.
Es uno de esos poemas que hemos querido rescatar.

 AMIGA
Para cristal te quiero,
nítida y clara eres.
Para mirar al mundo,
a través de ti, puro,
de hollín o de belleza,
como lo invente el día.

Tu presencia aquí, sí,
delante de mí, siempre,
pero invisible siempre,
sin verte y verdadera.

Cristal. ¡Espejo nunca!

 La simplicidad del poema es obvia. Su comprensión: fácil. Para el poeta la amiga debe ser de cristal (no de espejo) para observar las cosas de la vida, la luz del espacio, el sueño inacabado de los hombres construyendo, junto al universo, aquello que éste tiene de invisible al ojo humano.
Rescato la honda pureza entramada en este poema de Pedro Salinas, uno de los poetas fundamentales, lo dijimos, de la lírica española del siglo XX.

José G, Martínez Fernández

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Clasificatorias para el Mundial de Fútbol

Lo importante es como se termina
 y no como se comienza
Por Jorge Javier Vergara Núñez
 La diferencia entre ambos (Bielsa y Borghi) tiene directa relación en cómo han vivido su vida cada uno. Llevar esto a una discusión de quién es mejor que otro como Director Técnico de la selección es una soberana estupidez.

Habiendo transcurrido ya cuatro partidos de las Clasificatorias Sudamericanas para el Mundial de Fútbol, es importante consignar un comentario que resuma de alguna manera el estado anímico del Chile futbolero que sigue a la Selección, y que en su gran mayoría, son fanáticos ocasionales. Adictos que sólo se impregnan de este fútbol-parrilla con "la roja de todos” cuando se está en instancias de competencia internacional y que normalmente transitan alejados de las canchas.
Si vamos a los fríos números, podemos exhibir que, como nunca antes a estas alturas de las clasificatorias, vamos con seis puntos –todo un récor- que no sirve de nada práctico, pero que es bueno para la confianza del cuerpo técnico y el plantel y, además, una paz espiritual para una hinchada bipolar que pasará unas fiestas de fin de año tranquilas, con gran compra de merchandising de la roja de todos.
 En la parte ya más futbolera, se comprueba que el  Chile de Borghi hace unas muy buenas presentaciones de local y otras no tanto como visita, donde cayó estrepitosamente en Buenos Aires y en Montevideo. Queda más o menos claro que en ambas debacles hubo comportamientos de jugadores que minaron la moral del grupo y ello no se puede soslayar. De no haber sido por el desayuno del Tavelli y el Bautizo con revancha, de seguro los resultados deportivos hubiesen sido más estrechos.

En lo que al juego se refiere y sólo para lectores realmente futboleros, cuya óptica es lo suficientemente objetiva para no motejarse per se como Bielsistas o Borghianos, se ratifican un par de apreciaciones que, en la vorágine de descalificaciones entre los partidarios de ambos directores técnicos, muchas de ellas pasaron casi desapercibidas,

1.- Que esta selección posee menos vértigo que la anterior, donde el medio campo era zona de tránsito rápido para favorecer la sorpresa. Acá se busca tocar en el medio para buscar y crear el espacio, acelerando en tres cuartos  en busca del arco rival. De la misma manera, Chile antes apretaba rápido la recuperación del balón buscando el error del rival. Cada jugador chileno tenía una tarea clara, precisa y aprendida de lo que debía hacer, dependiendo de dónde se perdía o se recuperaba el balón. Hoy la marca zonal parte del medio hacia atrás.

2.- La selección de las clasificatorias anteriores privilegiaba el esquema por sobre la habilidad de cada jugador, ello implicaba que en la práctica jugaba quien estuviera mejor en ese momento para asumir su función dentro del esquema ya elegido. Ahora existe gran espacio para la improvisación y creación de los jugadores hábiles quienes tienen más libertad en la cancha, es por ello que cuando un titular indiscutido por una razón no está, se sufre tanto fuera y dentro de la cancha.

Ambos tienen sus métodos, modos y formas para alcanzar el éxito con Chile, ambos quieren clasificar y ojala hacer una buena presentación en el Mundial de Brasil, pero objetivamente en el modo tienen esas dos diferencias en el juego y ello es una realidad.
 La diferencia entre ambos tiene directa relación en como han vivido su vida cada uno. Llevar esto a una discusión de quien es mejor que otro como Director Técnico de la selección es una soberana estupidez.
 Nadie puede estar de acuerdo con la forma como las SADP sacaron a Mayne Nicholls y Bielsa respectivamente, pero se produjo y seamos claros, el primer equivocado fue el propio Harold cuando creyó que las SADP venían a invertir más que a sacar y cuando con una ceguera notable no hizo andar la Federación de Fútbol.
 Creo que por algunos años en materias futboleras el hincha estará lo suficientemente lejos para hacer algo, a menos que en los estadios los verdaderos hinchas del fútbol, los que cada semana acompañan a su club desde el tablón o en la cancha del barrio, comiencen a despertar y a difundir lo que los medios no pueden hacer; que el fútbol es un lugar de participación de la gente y no un negocio para unos pocos.

Por de pronto, y alegrémonos de ello, la selección y sus recientes buenos resultados alegran a un pueblo que la considera suya, ello también permitirá a las SADP conseguir el bálsamo necesario para seguir lucrando.

Pero en esto del fútbol, como las clasificatorias, la vida y las SADP no olvidemos que
Lo importante es como se termina y no como se comienza

Jorge Javier Vergara Núñez

IRIS FERNÁNDEZ ÁNGEL: TRABAJO Y CREACIÓN POÉTICA

Por José G. Martínez Fernández.
Es lunes. Lunes 7 de noviembre de 2011.
Estoy en La Serena, esta ciudad naturalmente bella, hermosa por su arquitectura entregada por la naturaleza y que, sin embargo, me parece llena de fantasmas escriturales. Por suerte que vine sólo por el día y no por ella, sino por Los Choros, esa zona enclavada entre la Cuarta y Tercera Región: El norte de La Serena es más bello que ella y sus habitantes son mejores personas, me parece.
Aquí entro a internet y prosigo una crónica que empecé en Santiago y que allí concluiré, porque hoy mismo me escapo de las criaturas perversas de esta tierra y vuelvo a la gran suite de la capital.
En el intertanto no he dejado de recordar a mi Arica, polvo, luz y paja, que tiene en sus poetas seres de luz. De luz y de trabajo. En Arica hay poetas importantes. Damas dulces del quehacer artístico del bello verbo.
Si, ahora escribiré sobre una mujer poeta que ha dado a Arica mucho de su tiempo y de su luz, de sus ideales y de sus ambiciones.
Iris Fernández Ángel es así.
Una interesante poeta y una dama que ha trabajado por ayudar a difundir el trabajo creativo de otros.
Una mujer que, por su importancia y su liderazgo, ha sido objeto de críticas justas e injustas.
Toda mujer célebre está destinado a ese mundo feliz-infeliz.
Ella no puede negarse a esa realidad.
Libertaria y triste.
Una poeta que en Arica es una figura valiosa y no sólo en Arica, sino en todo el norte de Chile.
Las creadoras mayores de hoy -en Arica-- se llaman Trinidad Vásquez Ponce, Vanessa Martínez, Patricia Mardones, entre otras.
Iris Fernández Ángel es una dama de la poesía.
Su trabajo de maestra de Literatura habrá dejado un importante trabajo intelectual en las aulas en que enseñó, como lo hizo después como dirigenta de los escritores de esa ciudad.
Hoy su poesía es su mejor ventana.

He aquí uno de sus poemas:

DESTINO

El caballo clavó sus tristes ojos
en mis frías pupilas
mas nada me detuvo.
Alcé el cuchillo y segué su pezuña
como el segador, la espiga.
Fijé mi cruel mirada
en la profundidad de su pupila
mas nada me detuvo.
De un solo tajo, desgajé el casco
rosas rojas se fueron abriendo
hasta llegar al infinito.
El dolor, ardiendo, galopó
por las crines erizadas.
La tusa se elongó en cuatro amplias alas.
El caballo clavó sus ojos abatidos
en mis cuencas vacías de ilusión
y creció, creció, creció.
Siete lenguas inflamaron
mi esqueleto enardecido
y me hicieron flama eterna
condenada por los siglos
a abrevar los sueños del hombre
en el charco del crepúsculo.

Así escribe ella. la fórmula mágica de la poesía no tiene nombre. Sólo luces y esas son las que valen.
Valga ese decir para reiterar la importancia que Iris Fernández Ángel tiene en la poesía del norte chileno.
En estos momentos en que trabajo en nuevas antologías veo su nombre y los nombres de quienes deben, por mérito, ir en ellas.
La poesía del norte chileno tiene fuerza y esa es la que nos entrega esta importante poeta.
Hoy también es lunes. Pero lunes 14 de noviembre de 2011.
Y Santiago está un poco caluroso.
José G. Martínez Fernández

viernes, 11 de noviembre de 2011

PINOCHET ERA UN HOMBRE MUY BUENO...

Por José G. Martínez Fernández.

Augusto José Ramón Pinochet Ugarte era un hombre muy bueno…
Bueno con la jauría de asesinos que le celebraba que estuviera exterminado a miristas, socialistas, comunistas…
Porque la mayoría de los asesinados por el régimen del sátrapa fueron del MIR, luego del Partido Socialista, después del Partido Comunista y también algunos militantes de otras agrupaciones políticas e incluso independientes…
Pero el asesino Pinochet sabía pagar bien a su gente…era muy bueno con los que en las noches de terror de los setenta y ochenta acribillaban hombres, mujeres y niños…
Solía hablar con René Peri, su Ministro de Bienes Nacionales y seudoescritor, y decirle que, en premio a sus actos, los asesinos y sus secuaces debían ser recompensados…
Así –desde Generales a simples sargentos- se beneficiaron con bienes del Fisco…y también así se favoreció a los soplones de la dictadura…
Conocí el caso de un sargento de Carabineros que había sido favorecido con estas prebendas en la Isla Magdalena, aquella llena de pingüinos, en la Región de Aysén, con más de setecientas (700) hectáreas que –en esa enorme Isla- colindaban con el mar.
Lo singular es que el carabinero ni sabía dónde quedaba la Isla Magdalena…Lo que si tenía era un plano en que estaban demarcadas sus centenares de hectáreas y la escritura que daba cuenta cómo el gobierno le otorgaba esa enorme porción de tierra.
Los casos son innumerables. Pinochet era bueno con sus bestias ávidas de carne humana.
Total el hombre contaba con su firma poderosa.
¿Acaso de forma similar no hizo rico a su yerno Julio Ponce? Él era un funcionario estatal de su criminal suegro cuando éste decidió liquidar una gran empresa del Estado en la décima parte de su valor real.
Julio Ponce no tenía ese 10%. Ni siquiera para abonar algo. Entonces vino Pinochet y ordenó a Banco del Estado de la época (a su presidente, que era un militar de alta graduación) que se le prestara una suma importante a su yerno…lo que él realizó…sin que Ponce mostrara solvencia para la devolución del préstamo…
Perdón. Me equivoco. Tenía la solvencia del Poder del suegro.
De esa manera Julio Ponce se enriqueció y hoy es uno de los hombres más ricos de Chile.
Las cantidades de tierras que Pinochet traspasó a su Ejército con la venia de René Peri son enormes…
Un poco menos fue lo que regaló a los particulares…Islas, grandes extensiones territoriales, fundos, grandes parcelas, fueron a parar a manos de sus serviles asesinos y servidores…
Luego la Concertación, con sus dos décadas de gobiernos, frente a esos casos, no hizo otra cosa que guardar el silencio de los corderos, no por inocentes…sino por cobardes…
Ni el Parlamento (mayoritariamente concertacionista), ni los presidentes concertacionistas, cambiaron los Decretos de Pinochet para recuperar esas tierras a su legítimo dueño: el Estado de Chile.
Al contrario: se sumaron al gran robo…Los radicales, PPD y demócrata cristianos, fundamentalmente…
Varios Ministros de Bienes Nacionales ya casi olvidados por sus mediocres desempeños y la actual señora Parot han seguido el mismo circo…
Esta señora es una de las hijas predilectas de Piñera, hijo irreconocido de Piñera.
Por ello hoy conviven en paz en el Congreso y en cuanto Encuentro Internacional se encuentren concertacionistas y alianzistas.
Las aves de rapiña forman los nidos muy cercanos unos de otros.
Todo lo robado por Pinochet para él y su familia sigue robado; todo lo robado para sus secuaces (asesinos, asesores y soplones) también sigue robado…
Nadie ha reclamado por ello. Nadie.
 Por esto es que yo digo PINOCHET ERA UN HOMBRE MUY BUENO.
 Muy bueno con los miserables que mataron, torturaron, robaron, etc.

José G. Martínez Fernández

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Odiar "El Gatopardo"

El autor de "El Gatopardo"nunca vio publicada su obra.
por JAVIER MARÍAS 12/03/2011
Diario El País de España

-La obra de Lampedusa "es sobre todo una novela sobre la muerte, la preparación para ella y su aceptación"

Ningún libro ni ningún autor son imprescindibles por sí solos, y se puede asegurar que el mundo sería exactamente como es si no hubieran existido Kafka, Proust, Faulkner, Mann, Nabokov o Borges. Quizá no sería tan igual si ninguno de ellos hubiera existido, pero la falta de uno solo es indudable que no habría afectado al conjunto. Por eso resulta muy tentador -una tentación fácil, si se quiere- pensar que la novela representativa del siglo XX es la que tuvo mayores posibilidades de no existir, y la que nadie habría echado de menos (al fin y al cabo Kafka no dejó una obra única, y una vez que se supo que había otras, además de La metamorfosis, cualquier lector podía permitirse "añorarlas" o desear leerlas). La que ya en su día fue vista por muchos casi como una excrecencia o una intrusión, como algo anticuado y completamente alejado de las "corrientes" predominantes, tanto en su país, Italia, como en el resto del globo. Como una obra superflua, anacrónica y que no "añadía" nada ni "avanzaba", como si la historia de la literatura fuera algo progresivo y en cierto sentido parecido a la ciencia, cuyos hallazgos van siendo arrumbados o eliminados a medida que son superados o que se demuestra la parcialidad, insuficiencia o inexactitud de cada uno de ellos. Cuando la literatura funciona más bien de la manera opuesta: nada de lo que se le agrega borra o anula nada de lo ya escrito, sino que, por así decir, se pone a su lado y convive con ello. Lo más antiguo y lo más nuevo respiran al unísono, y a veces cabe pensar si todo lo escrito no es más que la misma gota de agua cayendo sobre la misma piedra, y si lo único que de verdad varía es el lenguaje de cada época.

"¿Cómo podía uno ensañarse con quienes, sin duda, iban a morir?... Sólo tenemos derecho a odiar lo que es eterno"

Es necesario, claro está, que lo viejo aún aliente pese al tiempo transcurrido desde su creación o su aparición: desde luego hay obras que se borran y anulan -y son la inmensa mayoría-, pero lo hacen por su propia cuenta, no porque nada venga a ocupar su lugar ni a suplantarlas ni a jubilarlas: languidecen y mueren por su escaso brío o porque -precisamente- aspiraban en su nacimiento a ser "modernas" u "originales", lo cual les facilita luego el pronto envejecimiento, o, como también se dice, quedar demasiado "fechadas". "Esto es de tal periodo y sólo de ese", nos decimos al leerlas fuera de su época, y, con la incontenible y siempre creciente aceleración del mundo, "fuera de su época" significa a veces, hoy en día, tan sólo un decenio después de su alumbramiento. Algo de eso sentimos incluso con las narraciones de los más grandes autores contemporáneos: con Kafka, con Faulkner, con Borges en ocasiones, casi siempre con Joyce. De puro innovadores, de puro arriesgados, de puro voluntaristas, de puro distintos o de puro ambiciosos, pueden resultarnos, en ocasiones, levemente anticuados, o, si se prefiere, tan sólo "fechados".

No ocurre eso con Isak Dinesen, ni con El Gatopardo, de Giuseppe Tomasi di Lampedusa. Ésta no es en modo alguno una novela decimonónica, como algunos, confundidos acaso por el siglo en que se sitúa su acción, llegaron a afirmar en su momento. Es sin duda alguna una novela contemporánea de las de los escritores mencionados, su autor no desconocía las nuevas técnicas ni los "avances" del género, si es que puede llamárselos así, e incluso tuvo la modestia de descartar una posibilidad -contar una sola jornada en la vida del Príncipe Fabrizio di Salina- con la siguiente frase: "No sé cómo escribir el Ulises". Pero sí sabía, por ejemplo, hacer un uso magistral de la elipsis, relatar fragmentariamente, sin subrayar y hasta sin contar del todo, dejar sin explicación lo que al lector le basta con vislumbrar o intuir, llevar a cabo iluminadoras asociaciones entre elementos dispersos y en apariencia secundarios o meramente anecdóticos, combinar sin fatiga ni trampa lo dicho y acaecido con lo sólo pensado (todo ello mucho más propio de la novela del siglo XX que de la del XIX), y sobre todo observar, reflexionar, insinuar, matizar.

Como es sabido, El Gatopardo pudo no publicarse, y de hecho así ocurrió para su autor, que no llegó a verla impresa y que pocos días antes de su muerte, el 23 de julio de 1957, recibió una nueva carta de rechazo de una de las mejores editoriales italianas, que de ese modo se sumó en su "ojo clínico" a otra no menos prestigiosa. Pero no es sólo eso, sino que El Gatopardo muy bien pudo no escribirse: Lampedusa no era escritor, o resultó serlo tan sólo después de su muerte; y si en los últimos años de su vida acometió su novela fue, al parecer, por causas enteramente menores: el relativo éxito tardío de su primo el poeta Lucio Piccolo, que lo llevó a hacer la siguiente consideración en una carta: "Con la certeza matemática de no ser más tonto, me senté ante mi mesa y escribí una novela"; otro de los alientos recibidos fue el de su mujer, Licy, quien lo animó a escribir -se supone que cualquier cosa, sin pretensiones- por ver si con esa actividad se le aplacaba un poco la nostalgia; una tercera razón pudo ser su soledad: "Soy una persona muy solitaria", señaló. "De mis dieciséis horas de vigilia diaria, al menos diez transcurren en soledad. No pretendo, sin embargo, pasarme todo ese tiempo leyendo; a veces elaboro teorías literarias...". Lo cierto es que sí se pasó la mayor parte de su vida leyendo y acarreando muchos más libros de los que necesitaba, en una cartera, durante sus cotidianos recorridos rutinarios por la ciudad de Palermo. Por leer (lo hacía en cinco o seis lenguas), leía hasta a los escritores mediocres y segundones, que consideraba tan necesarios como los grandes: "También hay que saber aburrirse", opinaba. De manera que poco ímpetu y escasa ambición hubo detrás de El Gatopardo. En verdad era muy fácil que jamás hubiera existido, y el propio Lampedusa tenía sus dudas acerca de su oportunidad y su valor: "Es, me temo, una porquería", le dijo en una ocasión a su discípulo Francesco Orlando, y por lo visto se lo dijo sin coquetería y de buena fe. Al mismo tiempo creía que merecía la publicación (lo cual no es mucho creer, dado todo lo que se publicó en el siglo XX bueno, mediano y malo: no digamos lo que se lleva ya publicado en el XXI). En su texto de "Últimas voluntades de carácter privado", escribió: "Deseo que se haga cuanto sea posible para que se publique El Gatopardo...; por supuesto, ello no significa que deba publicarse a expensas de mis herederos; lo consideraría como una gran humillación". No hubo mucho ímpetu ni mucha ambición al iniciar la tarea; al menos sí hubo algo de orgullo al terminarla.

No le faltaban motivos para ello a Lampedusa. El Gatopardo, libre de servidumbre, de temores críticos, del agarrotamiento que se apodera a veces de algunos novelistas por el solo hecho de sentirse responsables ante sí mismos y ante su propia trayectoria anterior, libre de ínfulas y de presunciones y de ansias de originalidad, sin ninguna intención de deslumbrar ni de escandalizar ni de "abrir nuevas vías", se lee, más de cincuenta años después de su publicación y ya en otro siglo, como una obra maestra solitaria por partida cuádruple: por ser la única novela completa de su autor; por haber aparecido cuando éste ya estaba muerto y haberse echado a rodar por el mundo sin acompañamiento alguno, por así decir; por provenir de un isleño apartado de la literatura "pública" hasta el fin de sus días; y por resultar extraordinariamente original, sin haber aspirado a ello, además. Sobre semejante novela se ha escrito mucho en el tiempo transcurrido, y sería presuntuoso por mi parte querer añadir algo más. La novela de Sicilia, bien; la novela de la unificación de Italia, bien; el fin de una época y el declinar de todo un mundo, de acuerdo; el retrato del oportunismo con la famosa frase de cuya cita tanto se ha abusado -"Si queremos que todo permanezca como está, hace falta que todo cambie", o bien "...que algo cambie"- y que repiten hasta la saciedad quienes jamás han leído El Gatopardo, de acuerdo; aunque esa frase sea sólo anecdótica en el conjunto del libro, un afortunado elemento más. Para mí es sobre todo una novela sobre la muerte, la preparación para ella y su aceptación, incluso sobre cierta impaciencia por su advenimiento. De manera nada insistente, tenue y respetuosa y modesta, casi como una parte de la vida y no por fuerza la más importante, la muerte va rondando. Quizá dos de los pasajes más emotivos de la novela sean la contemplación, por parte del Príncipe di Salina, de la breve agonía de una liebre que acaba de abatir durante una cacería; y el último párrafo, en el que, casi treinta años después de la desaparición del propio Don Fabrizio, su hija Concetta se decide por fin a arrojar a la basura al perro disecado que fue de su padre y por el que éste sintió debilidad, Bendicò.

De la liebre se dice: "Don Fabrizio se vio contemplado por dos grandes ojos negros que, invadidos rápidamente por un velo glauco, lo miraban sin rencor pero cuya expresión de doloroso asombro era un reproche dirigido contra el orden mismo de las cosas; las aterciopeladas orejas ya estaban frías, las patitas se contraían enérgica y rítmicamente, símbolo póstumo de una inútil fuga; el animal moría torturado por una angustiosa esperanza de salvación, imaginando, como tantos hombres, que aún podía superar el trance, cuando ya estaba condenado...". Y de la momia del perro Bendicò se dice: "Mientras se llevaban a rastras el guiñapo, los ojos de vidrio la miraron con la humilde expresión de reproche de las cosas que se descartan, que se quieren anular", y esto lleva al lector a acordarse de otra cita, muy anterior, en la que, al hablarse del mundo de Donnafugata, se dice: "...desprovisto, pues, incluso de ese resto de energía que en toda cosa pasada aún alienta ...".

Lampedusa sabe que todo tarda en desvanecerse, que todo se toma su tiempo; hasta lo que ya es "cosa pasada" remolonea y se resiste a marcharse; hasta la vieja momia de un perro que abandonó el mundo decenios atrás. Y a esa lenta desaparición, pero desaparición al fin, sólo se atreve a oponer un humilde reproche hacia el orden mismo de las cosas, sin ni siquiera alcanzar el rencor. Quien conoce o intuye ese orden se va acostumbrando a la idea y a la perspectiva, incluso cuenta con ella como "salvación": "...había conseguido la parcela de muerte que es posible introducir en la existencia sin renunciar a la vida", se lee en otro momento; y en otro: "Mientras hay muerte hay esperanza...". No se trata sólo de los lugares y de los animales, que no comprenden (y menos aún comprenden los ojos que ni siquiera son ojos, sino los vidrios de taxidermista que imitan los del perro Bendicò disecado). Se trata también de las personas, la mayoría aún ignorantes y llenas de vida, aún en la creencia de que la muerte es algo que concierne a los demás, y sin embargo ya dignas de compasión. En la famosa secuencia del baile se dice: "Los dos jóvenes ya se alejaban dejando paso a otras parejas, menos hermosas, pero tan enternecedoras como ellos, cada una sumergida en su propia y efímera ceguera. Don Fabrizio sintió que se le ablandaba el corazón: el desagrado se había transformado en compasión por aquellos seres fugaces que trataban de gozar del exiguo rayo de luz cuya gracia les había sido concedida entre las dos tinieblas: la que había precedido a la cuna y la que los arrebataría tras los últimos estertores. ¿Cómo podía uno ensañarse con quienes, sin duda, iban a morir?... Sólo tenemos derecho a odiar lo que es eterno".

Cincuenta o más años son sólo un instante "en los dominios donde reina para siempre la certeza", como asimismo se lee al final de la Sexta Parte. Pero quizá sean suficientes para que todos los novelistas aún vivos, aún fugaces, aún ciegos y enternecedores entre las dos tinieblas, nos estemos ya ganando el derecho a odiar El Gatopardo.
Javier Marías

miércoles, 26 de octubre de 2011

PREMIO NOBEL 2011: CERCA DEL EXILIO Y AUTOEXILIO CHILENO

Por José G. Martínez Fernández.
 Sergio Badilla, poeta porteño, en los años ochenta, solía escribirnos cartas desde Suecia, donde se exilió o autoexilió. No sé bien cuál es su historia actual.
 Sólo que en los 80 nos escribía y respondíamos a sus cartas, como a muchas otras que nos llegaban de Noruega, Estados Unidos, Holanda, España, República Dominicana, Colombia, Argentina, México y otros países.
 Así fue como en algunos de esos países publicaron nuestros poemas (en revistas impresas: aún estaban lejos los sitios web y los blogs).
 De los países citados el que más nos publicó los trabajos fue la revista América Joven de Holanda, luego Indianito de Noruega, después publicaciones de México y Colombia.
 En República Dominicana parece que no nos publicaron nada, al igual que en España y en Suecia.
 Y eso que en Suecia, teníamos, supuestamente varios conocidos y amigos.
 Exiliados y autoexiliados se habían olvidado de nosotros en cuanto a publicación de lo nuestro, aunque solían enviarnos conceptuosas cartas por nuestra poesía y por nuestra revista Palabra Escrita.
 Era un período difícil. Pinochet tenía diez años en el gobierno y enviar, vía correo, los ejemplares de la revista, significaba un alto desgaste económico para nosotros, que, entonces, sobrevivíamos.
 Terminada la dictadura dejamos de recibir cartas y revistas. Parece que su fin fue también el fin de muchas amistades hechas en plena ausencia de democracia.
 Ahora nos encontramos con la sorpresa que uno de nuestros interlocutores vía correo, Sergio Badilla, aparece con una crónica en la sección Artes y Letras de El Mercurio (9 de octubre reciente) titulada EL EMOTIVO TESTIMONIO DEL POETA CHILENO SERGIO BADILLA.
 En ella Badilla da cuenta de su cercanía con el último Premio Nobel de Literatura, Tomas Transtömer, de Suecia precisamente, donde el poeta chileno se radicó gracias al golpe del 73.
 Dice en la crónica: “…conocí, el año 1982, a Tomas Tranströmer, en una lectura a la que fuimos invitados por el Pen Club sueco, en la sala pequeña del Teatro del Drama de Estocolmo. Al saber que yo era chileno me hizo un comentario inmediato, sobre la importancia mundial de Neruda y de inmediato comenzó a recitar parte del poema Walking Around, de Residencia en la Tierra, en sueco. Me sorprendió esa referencia tan cercana y emotiva y su serena humildad para reconocer la admiración que sentía por nuestro poeta nacional”.
 Indica luego que él ya conocía poemas del autor sueco en traducción del español Francisco Uriz.
 Otro chileno que conoció a Tranströmer fue Omar Pérez Santiago, quien es el autor del artículo central de EL MERCURIO sobre el nuevo Nobel de Literatura, quien lo conoció en “un barrio viejo de Malmö”.
 Y, aparte de los citados, hay varios poetas chilenos que lo conocieron. ¿Es tan pequeña Suecia que se conocen todos?
 Como se ve el poeta sueco, gracias a los exiliados chilenos, resulta muy conocido para ellos, mas no para la inmensa mayoría de los chilenos.
 Bien por los que lo conocieron, mal por los chilenos que seguimos “a pata de burro”…tan lejos de esas cercanías acontecidas en un país pequeño y lejano.
José G. Martínez Fernández

GRANDES POEMAS CONTEMPORÁNEOS PASÓ LAS CIEN MIL LECTURAS

Por José G. Martínez Fernández.

Tenemos la alegría de ver que nuestro Blog GRANDES POEMAS CONTEMPORÁNEOS, creado hace menos de tres años, acaba de cruzar la barrera de las cien mil lecturas, lo que, para ser un Blog, constituye un verdadero éxito.
GRANDES POEMAS CONTEMPORÁNEOS está destinado a difundir textos que, para nosotros, tienen alta calidad y que han sido creados en los últimos tiempos. En efecto la mayoría de ellos pertenecen a creaciones realizadas en el siglo veinte.
Difundir la poesía –ese arte tan difícil- es importante, porque marca una muestra cultural que, generalmente, parece no tener muchos adeptos, pero nuestro Blog ha conseguido esa increíble cantidad de lecturas.
Este Blog intenta ser una verdadera vitrina de EXCELENTE POESÍA. De allí, quizás, su logro.
Grandes poetas de todas las nacionalidades han sido allí reunidos con una o más de sus creaciones.
Y, como este Blog no para, publicará otros poemas de los mismos autores e incluirá también poemas de bardos que aún no han sido integrados.
El amor, lo social, la naturaleza, todos aquellos fantasmas deliciosos que hacen del verbo hermoso la más bella de las expresiones escritas, han estado en dicho Blog.
Ante el hecho de tener ya más de cien mil lecturas debemos agradecer a los lectores del mismo, a toda esa gente maravillosa que ha entrado a él.

 Ellos son los grandes responsables de nuestro éxito.
Allí están los que hicieron suya nuestra página: grandespoemascontemporaneos.blogspot.com
Este éxito se debe también a que otros sitios han anunciado la existencia de este Blog.
Lograr esto, para nosotros, es un verdadero triunfo.
Con las lecturas conseguidas por GRANDES POEMAS CONTEMPORÁNEOS hemos logrado barrer con la indiferencia que en Chile hemos sentido por parte de algunas personas y aparatos culturales-estatales.
Éstas últimas son las que menos nos interesan, pero que más nos afectan, ya que suelen otorgar beneficios a quienes, sin embargo, no han difundido la poesía como nosotros lo hacemos con éste y otros Blogs similares, como es el caso de CIEN POEMAS CHILENOS CLAVES que ya superó las sesenta mil lecturas.
Los beneficiados por el aparato cultural-estatal entran en una competencia desleal gracias a dádivas en las que obtienen becas, viajes, aportes económicos, presencias en ferias libreras y encuentros literarios, etc.
Nosotros –aún desprovistos de esos apoyos- hemos logrado éxitos grandes con nuestros Blogs.
En esta hora que consideramos de triunfo debemos agradecer a muchos actores que se han preocupado de hacer saber que este Blog existe.
A Raúl Isman, a Daniel Rojas Pachas, a Ernesto Olivares Perke, a Carlos Amador Marchant, a Luis Aguilera, a los mantenedores del medio digital La Estrella de Andacollo, a varios diarios ciudadanos, etc.
En ellos y en nuestros lectores está el gran éxito que hemos tenido.